ARIGlobal: Voces desde la OEA

Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global                 

Seny Hernández *

Ocasionalmente, los medios de comunicación resultan reduccionistas, por no decir miopes, al presentar las posiciones que adoptan algunos líderes en el escenario internacional. Este ha sido el caso de la posible aplicación de la Carta Democrática Interamericana de la OEA en la República Bolivariana de Venezuela, que requiere el apoyo de dos tercios (24) de los 34 países miembros; y de Luis Almagro como Secretario General, quien estableció las bases para que este caso fuera debatido el pasado 28 de marzo en el seno del Consejo Permanente de la Organización.

¿De qué se trata este proceso de aplicar la Carta Democrática Interamericana a la crítica situación política, económica y social que vivimos? ¿Es que acaso vamos a desaparecer como país de la región porque una mayoría de otros países lo decida, a causa de un gobierno autoritario e ineficiente que todavía no se explica para qué existe la OEA? El mecanismo de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana es un termómetro que mide con una gran cantidad de indicadores precisos y valiosos la presencia o ausencia de democracia dentro de alguno de sus países miembros. Su existencia responde a la naturaleza perfectible de la democracia.

¿Es Luis Almagro un usurpador del poder político venezolano, aliado al imperialismo norteamericano, mentiroso, deshonesto, malhechor, mercenario y traidor, como la Ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, lo muestra en su discurso? ¿Es otro ente autoritario y más autoritario aún que el Presidente Nicolás Maduro a quien al parecer detesta porque se parece mucho a él y le muestra la cara de sí mismo que él no quiere ver? No lo creo. Almagro fue Ministro de Relaciones Exteriores en Uruguay durante el gobierno del inolvidable Presidente José Mujica, y está muy claro del papel que debe desempeñar en el cargo que ocupa, porque no es un Secretario General más de esa organización y  anunció -cuando se posesionó del cargo- lo que iba a hacer y lo está haciendo. Es decir, defender los derechos humanos e influir durante su mandato para que los países de la región alcancen estadios de gobernabilidad democrática superior. Su lema en el mes de mayo de 2015 fue “más derechos para más gente”. A mí no me sorprende en absoluto su trabajo, porque simplemente busca que la OEA contribuya a la resolución de controversias de conformidad con las normas del derecho internacional e interamericano.

Luis Almagro afirma que la suspensión de Venezuela del seno de la organización en las actuales circunstancias no es su objetivo inmediato, busca que ante la amenaza del aislamiento el gobierno reaccione positivamente al reclamo de su ciudadanía y se vea obligado a llamar a elecciones que devuelvan la legitimidad al gobierno; las libertades, la salud, la disminución de la violencia y la prosperidad al país.

Desde el año pasado cuando se vio frustrado el intento de realizar el Referéndum Revocatorio, casi 50 Movimientos Sociales se aliaron en Venezuela para mostrar las deficiencias del régimen madurista, como sistema democrático, y han tenido su resonancia en la OEA, mediante la intervención de su Secretario General, quien les ha dado la posibilidad de realizar una participación activa propia de la sociedad civil politizada la cual, como lo indica Claus Offe, crece a través del desarrollo de las ONG’s. Se hace imprescindible la realización oportuna del diálogo franco y constructivo.

*Profesora de la Escuela de Estudios Internacionales

FACES-UCV

Las opiniones emitidas por los articulistas son de responsabilidad individual y en ningún caso comprometen opiniones de la entidad que promueve este espacio.