lunes, 28 de octubre de 2019

ARIGlobal: Reflexionando sobre la salida pacífica





Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global


Felix Arellano 


Un ambiente de desesperanza estimula la crítica radical, el fraccionamiento, la descalificación y la parálisis; en ese contexto, crece el permanente cuestionamiento por la debilidad de los esfuerzos internacionales, pero también sobre nuestros líderes y sus esfuerzos. Se destacan los errores, que siempre podemos cometer, se olvidan y menosprecian los avances, que son bastantes y además se deben capitalizar y fortalecer con mayor disciplina, creatividad y, obviamente, unidad. Un problema que aún pareciera latente en algunos, es la expectativa por soluciones rápidas, quirúrgicas, mágicas y, particularmente, realizadas por otros.
Reconstruir la democracia es un trabajo que nos corresponde a todos los que creemos en ella y, todos los aportes pueden ser útiles, convenientes y necesarios; ahora bien, siempre será útil articular, coordinar y sumar esfuerzos. Podría resultar repetitivo, pero es sabio recordar que: “en la unión está la fuerza”. Las agendas personales, los protagonismos, la frustración son premios para el autoritarismo
La solución de los graves problemas que enfrenta el país reclama la participación de la mayoría. No podemos esperar que la comunidad internacional lo resuelva todo, y mantenernos a la expectativa de los acontecimientos; todo lo contrario, debemos ser los promotores de iniciativas que avancen, tanto en la presión, como en los incentivos.
Es nuestra tarea y nuestra obligación propiciar acciones que se desarrollen en múltiples escenarios, pero que formen parten de un plan organizado y articulado para avanzar en la solución pacífica y democrática de la crisis. No olvidemos que la salida pacífica es la bandera fundamental de la comunidad internacional, del Grupo de Lima, la Unión Europea, el Vaticano y las organizaciones internacionales.
Desde la oposición democrática debemos propiciar las acciones, la hoja de ruta, el libreto y evitar que el tema de la lucha por el restablecimiento de la democracia y la defensa de los derechos humanos, se debilite, se transforme en una competencia entre actores, o en un juego geopolítico en el cual seamos simple ficha de las potencias y sus intereses.
Evidentemente otros temas se van presentando en la agenda internacional, eso es obvio e inexorable, pero corresponde a nuestras fuerzas democráticas perfectamente coordinadas, realizar los esfuerzos y acciones necesarios para que el tema se mantenga en la agenda, para que la presión se mantenga y se incremente; para trabajar en el escenario de los incentivos y unir todas las fuerzas posibles en favor de la salida pacífica y democrática.
En materia de presiones contamos con un texto muy importante, la resolución aprobada en la reciente reunión del TIAR, efectuada en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Deberíamos capitalizar la resolución del TIAR en diversos escenarios. El objetivo es enfrentar los actos ilícitos, el comercio ilegal, el lavado de capitales. ¿Qué país miembro de la Organización Mundial del Comercio, podrían cuestionar este esfuerzo?. Las sanciones inteligentes deben estar dirigidas a presionar a favor de la salida pacífica y democrática. Esto no impide, todo lo contrario, requiere que también se avance y se estimule la creatividad en los incentivos, toda negociación supone concesiones de ambas partes.
Noruega no ha muerto, los avances alcanzados constituyen el piso, adicionalmente, el Reino de Noruega tiene la fortaleza para propiciar alternativas y promover apoyos. Deberíamos intensificar el trabajo, desde múltiples frentes, sobre China, Rusia e incluso Cuba, para que no obstaculicen la salida pacífica. Corresponde a la oposición democrática articular los esfuerzos con la gran cantidad de gobiernos democráticos que respaldan el restablecimiento de la democracia en Venezuela, todos deberían sumarse a la labor de presión y a la identificación de los incentivos.
A la izquierda del mundo le debemos preguntar, entre otras cosas, qué dudas tienen sobre el contundente Informe de la Sra. Bachelet, cómo se puede ser solidario mecánico, o cómplice, con la violación sistemática de los derechos humanos, qué dudas les genera una solución pacífica y constitucional a la crisis venezolana, la democracia es la garantía de la convivencia, el respeto a las diferencias, a la otredad; el espacio para el diálogo, la negociación y la cooperación. Qué problema le genera a las inversiones presentes en Venezuela, la seguridad jurídica y la confianza que conlleva la institucionalidad democrática?.
No conviene satanizar los potenciales nuevos gobernantes en los países democráticos que respaldan el restablecimiento de la democracia en Venezuela, todo lo contrario, debemos acercarnos y dialogar con todos aquellos que tengan dudas. No olvidemos que la hegemonía comunicacional y la mentira sistemática, ha creado otra falsa realidad que, por ingenuidad o ignorancia, puede lograr respaldos. El trabajo de desconstrucción de la narrativa del falso y manipulador discurso oficial corresponde a nuestras fuerzas democráticas, estamos conscientes que es arduo, pero necesario.
Por otra parte, en el ejercicio de lograr el mayor número de aliados a la salida pacífica, deberíamos dialogar con todas las fuerzas políticas que juegan en los sistemas democráticos de nuestros países aliados; por ejemplo, con todos los candidatos en los partidos demócrata y republicano en los Estados Unidos; pero, también debemos dialogar con los candidatos del Frente Amplio en Uruguay o del peronismo en Argentina, debemos aclarar sus dudas y, en la medida de lo posible, sumarlos a la salida pacífica y democrática en Venezuela.
Adicionalmente, desde la oposición democrática debemos avanzar en el manejo de una comunicación franca y transparente. Reconocer los errores y trabajar para superarlos, fortalece el respaldo popular. El liderazgo cuenta con un importante apoyo nacional, no conviene debilitarlo con radicalismo o soberbia; prudencia y franqueza, son virtudes indispensables en estos momentos.

ARIGlobal: CHINA y AFRICA ¿socios para el desarrollo?




Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

María Gabriela Mata Carnevali 


Desde que China iniciara su apertura al mundo hace ya más de 40 años, la sociedad internacional ha asistido al despertar del gran gigante asiático que, fiel a su determinación de recuperar glorias pasadas, ha irrumpido con firmeza en la escena global, incluida África.  

En las últimas décadas, China pasó de proveedor mundial de mano de obra barata a financista del del Sur en desarrollo, “con el objetivo de construir puentes, tanto figurativa como literalmente, a través de la cooperación económica” (Yang, 22 jul, 2019).

Ahora, con el propósito más ambicioso de consolidarse como potencia global, bajo la presidencia de Xi Jinping, Beijing ha puesto en marcha la denominada Nueva Ruta de la Seda, todo un proyecto de ingeniería geopolítica que supone un enorme desafío para la economía mundial y seguramente impactará las infraestructuras de transporte de mercancías, pasajeros, hidrocarburos y tecnología. El proyecto, además de revitalizar la histórica ruta terrestre que posibilitó durante siglos el tráfico comercial entre Europa y Asia oriental, pasando por Asia central, aspira activar una vía marítima que la conecte con África y América Latina cruzando el océano Índico y el océano Pacífico.

La idea es reducir los costos y el tiempo de transporte de mercancías para lograr mayor competitividad de sus productos, y aminorar el costo de sus importaciones de alimentos, materias primas y productos energéticos.

No hay “nada de improvisación y sí mucho planeamiento previo en esta globalización a la china”, dice Ortega, (3 nov, 2015). En relación con África, cabe decir que no ha escatimado esfuerzos para ubicarse entre los principales “socios del desarrollo”.

Más de 10.000 firmas chinas operan en África y dominan casi 50 % del mercado de construcción contratado internacionalmente. De acuerdo con Sánchez (feb 2019), el paso de China por África ha supuesto una inversión acumulada de 100.000 millones de dólares que se traducen en la financiación de proyectos para construir 30.000 kilómetros de autopistas, generar 20.000 megavatios de electricidad, crear alrededor de 900.000 empleos locales y depurar más de nueve millones de toneladas de agua al día. Además, China ha impulsado la construcción y renovación de más de 6.000 kilómetros de ferrocarril en países como Angola, Nigeria, Etiopía o Sudán, y se espera que pronto de comienzo la construcción de una nueva ruta ferroviaria que conectaría los puertos de Dakar, con salida al Atlántico, y Yibuti, donde China tiene asegurada su conexión con el Océano Índico.  A este respecto cabe destacar que Yibuti fue también el lugar escogido para construir la primera instalación militar permanente de China en el extranjero.

 ¿Qué opinan los africanos?
Las encuestas de opinión han demostrado que la mayoría de los africanos ve a China favorablemente, tanto en términos de su influencia como de sus contribuciones al desarrollo.  La dirigencia no escapa a esta valoración positiva de la actuación del gigante asiático en el continente. "China, que ha librado sus propias batallas para modernizarse, tiene un sentido mucho mayor de la urgencia personal del desarrollo en África que muchas naciones occidentales", escribió el ex presidente senegalés Abdoulaye Wade en 2008 (Albert, 12 julio, 2017). Sin duda, el sentimiento anticolonialista todavía pesa.

Sin embargo, las crecientes actividades chinas en suelo africano han suscitado grandes dudas en la Sociedad Civil, sobre todo en lo relativo a su política de no interferencia en los asuntos internos que, en la práctica, se ha traducido en el apuntalamiento de regímenes autocráticos. A diferencia de Occidente que, para bien o para mal, suele condicionar ayuda e inversiones, China se atiene al principio de no injerencia y, a la hora de hacer negocios, no hace un problema de las formas de gobierno, lo cual termina por afectar a las poblaciones sometidas en el sentido que de alguna manera financia el despotismo, dejando en evidencia que en realidad no le preocupa tanto el desarrollo como su propio beneficio.

Por su parte, los trabajadores se quejan de las condiciones contractuales, que suelen ser muy duras, y los verdes del poco o nulo interés en la preservación del medio ambiente.

Sin entrar en el espinoso tema de cuál tipo de dominación es peor, partiendo del hecho cierto de que las relaciones sino africanas continuarán creciendo, cabe preguntarse por las implicaciones a nivel mundial.

¿Cómo afecta esta alianza el orden mundial?
En primer lugar, habría que decir que, en el marco de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, África podría convertirse en un mercado potencial para los productos chinos gravados con altos aranceles por el gobierno de Donald Trump. Beijing podría incluso aprovechar los acuerdos comerciales vigentes con diferentes países africanos, para convertirlos en plataformas exportadoras hacia el mercado estadounidense con menos carga impositiva.

En la arena política, sobre todo en el ámbito multilateral, África ha demostrado ser un fiel aliado. Si es por gusto o no, es debatible.

Sin embargo, en estas cosas más vale no ser ingenuos. “China usa sobornos, acuerdos opacos y la deuda para mantener a los Estados en África cautivos a los deseos y demandas de Beijing”, dijo Bolton, uno de los “halcones” más prominentes del gobierno de Trump, antes de que se le pidiera levantar vuelo. En su opinión, “tales acciones depredadoras son subcomponentes de iniciativas estratégicas más amplias” (citado en Yang, 22 jul, 2019).

Todo apunta a que tiene razón. No por nada Xi, en el 95 aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCH), anunció ante una audiencia de miles de personas que “tiene plena confianza en ofrecer una solución china a la búsqueda de mejores sistemas sociales por parte de la humanidad”.

En definitiva, más que socio para el desarrollo del Sur China se perfila como un desafío para el sistema internacional liberal.

Referencias:

Albert, Eleanor (12 julio, 2017). China in Africa. Council on Foreign Relations. Disponible: https://www.cfr.org/backgrounder/china-africa

Kabasha, Gaetan (23 dic. 2015). China en África. El País. Disponible: https://elpais.com/elpais/2015/12/23/africa_no_es_un_pais/1450854000_145085.html

Ortega, Andrés (3 nov, 2015). La Nueva Ruta de la Seda: gran ingeniería geopolítica. Nota de blog.  Disponible: https://blog.realinstitutoelcano.org/la-nueva-ruta-la-seda-gran-ingenieria-geopolitica/

Sánchez, Fiorelli (feb, 2019). China en África, una estrategia híbrida. Nota de blog. Disponible:  https://blog.realinstitutoelcano.org/china-en-africa-una-estrategia-hibrida/

Yang, Daniel (22 jul, 2019). Cómo la alianza de China con África está cambiando el orden mundial. IPS. Disponible: http://www.ipsnoticias.net/2019/07/la-alianza-china-africa-esta-cambiando-orden-mundial/




jueves, 17 de octubre de 2019

Preparando otro período académico: 2-2019 de #MasterARIG y #Cohorte2019

De interés para nuestros cursantes

Con esta entrada/publicación damos inicio a las informaciones relacionadas con lor preparativos de inicio del nuevo período académico para los postgrados de la FACES y en particular para el Programa de Maestría en Relaciones Internacionales #MasterARIG: Proceso de Inscripción para nuevos cursantes #Cohorte2019 y cursantes regulares, Reingresos y Reincorporaciones, Horario de Asignaturas, entre otros.
Fecha: 17/10/2019