Espacio
de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e
investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales
de la UCV. Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de
la agenda internacional y de las relaciones exteriores de Venezuela que combina
lo interméstico y global
Felix Arellano
Luego de los fuertes enfrentamientos con el
gobierno venezolano y finalmente aplicada la cláusula democrática, lo que
conllevó la suspensión del gobierno venezolano del Mercosur (que no la
expulsión de Venezuela), pareciera que la calma ha llegado al bloque y está
logrando avanzar en su agenda de internacionalización, que tanto rechazó el
proceso bolivariano; empero, en el panorama aparecen señales de incertidumbre,
entre otras, la situación interna de sus miembros más poderosos (Argentina y
Brasil) que se complica; los ataques del radicalismo, particularmente del Foro
de San Pablo, con su política contra el libre comercio; y los problemas
estructurales del bloque que aún no están en la agenda de trabajo.
En efecto, después de
la suspensión del gobierno venezolano, los cuatro países fundadores decidieron
fortalecer la agenda de la internacionalización del bloque y sobre ella han
estado avanzando en estos meses. En efecto, con Singapur iniciaron las negociaciones técnicas en julio
del presente año. Con la EFTA, integrada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y
Suiza, han efectuado: la IV reunión del grupo técnico en el mes de julio en
Ginebra y la V reunión en octubre en Buenos Aires. Con Canadá han efectuado la
IV reunión técnica en septiembre y está prevista la V reunión en Brasilia en el
mes de diciembre de este año. Las negociaciones técnicas con Corea del Sur
iniciaron en el mes de septiembre en Montevideo. También están avanzando en el
diálogo con la Alianza del Pacifico. Ahora bien, la más compleja y larga negociación de libre comercio del
bloque con la Unión Europea, que inició en 1995, se mantiene en pleno
desarrollo y con pocas esperanzas de culminación.
Como se puede apreciar la agenda de apertura
internacional ha sido intensa, pero el caso de la Unión Europea ilustra que el
libre comercio no es un tema fácil, ni muy atractivo para el Mercosur. El bloque
proyecta una imagen proteccionista y mucho tiene que ver con las tendencias que
han imperado principalmente en Brasil, pero también en Argentina. Dos economías fuertes, con un importante
mercado interno y alta capacidad exportadora, que por varios años han
privilegiado la consolidación de la producción nacional, con un
bajo nivel de apertura e inserción en la economía mundial.
Pero los tiempos han cambiado y la situación
económica del bloque también y, ahora, la apertura internacional se presenta
como conveniente y necesaria; no obstante, se mantiene el rechazo de varios
sectores, en particular de los grupos radicales que satanizan la apertura,
destacando sus limitaciones, sin apreciar sus beneficios en la generación de
empleo, atracción de inversiones y generación de bienestar.
Frente a las limitaciones y rigidez del
discurso radical sobre el libre comercio, sería conveniente que el nuevo Presidente de México, Andrés López
Obrador, explicara a sus amigos de la región los beneficios que ha logrado
México con el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, al
punto que ha propiciado su reciente renegociación, con resultados no tan
positivos, pero siempre conveniente para México.
Adicional a las diferencias que se presentan al
interior de los miembros sobre la estrategia de la apertura, muy marcadas en el
Frente Amplio de Uruguay; los
problemas económicos en Argentina y políticos en Brasil, representa serios
obstáculos para la consolidación del debilitado Mercosur. Pareciera que
se agota la estrella del Presidente Mauricio Macri, producto de la presión del
radicalismo Kichnerista y el permanente fantasma del peronismo, lo que reduce
la capacidad de acción de Argentina. En el caso de Brasil, la crisis política
es profunda y no pareciera que la inminente elección de Jair Bolsonaro como
Presidente, contribuya al afianzamiento del bloque; su discurso electoral lo
presenta aislacionista, proteccionista y poco amigo de la integración regional.
En la lista de problemas no podemos dejar de
mencionar que los países fundadores no han querido profundizar en los problemas
estructurales del Mercosur, que se incrementan en la medida que no son
atendidos. En un muy breve resumen podríamos mencionar que el libre comercio
presenta diversos obstáculos; la unión aduanera genera fuertes resistencias; el
mercado común poco avanza; la solución de diferencias es deficiente y la
equidad ha sido menospreciada. Esperemos que los aires de renovación que están
viviendo les permita organizar la casa un paso fundamental para lograr una
eficiente inserción internacional.
felixarellano50@yahoo.com