miércoles, 31 de enero de 2018

ARIGlobal: Davos en el 2018


Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

  Luis Angarita *



A diferencia de años anteriores, la prudencia parece haber sido la principal característica de la reunión anual que el Foro Económico Mundial realiza a finales del mes de enero y que reúne a un gran grupo de líderes mundiales en lo político, académico y empresarial para discutir los posibles escenarios en los distintos temas de interés como la globalización, el calentamiento global, educación, comercio, entre muchos otros. Dando un repaso a la agenda de desarrollo, encontramos que el mundo todavía no ha superado las secuelas de la crisis económica vivida hace casi una década atrás, y que a este escenario de incertidumbre se le suman las turbulencias que surgen con la aparición de nuevos líderes y de nuevas agendas para cada tema en particular.

En materia de comercio mundial, las expectativas siguen centradas en la nueva estrategia de política comercial que impulsa EEUU al retirarse de las llamadas meganegociaciones tanto con el continente europeo como con los miembros del pacífico,  al tiempo que renegocia el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá.  Esta tendencia a replegarse en sí mismo no es exclusiva de los norteamericanos, pues se refleja también en el poco avance en el seno de la Organización Mundial de Comercio y en las negociaciones entre Reino Unido y el resto de la Unión Europea luego del proceso de salida conocido popularmente como el “Brexit”. Sin embargo,  en la otra esquina, encontramos países que siguen apostando por la profundización del comercio como herramienta de desarrollo, con líderes como Trudeau y Merkel, representantes de Canadá y Alemania respectivamente.

En materia ambiental, el calentamiento global sigue siendo la principal preocupación, y las intervenciones de muchos de los líderes mundiales se enfocaron en propiciar acciones que reduzcan sus efectos. Para el presidente de India esta representa la mayor amenaza al futuro de la humanidad.  El presidente francés, Enmanuel Macron, dando un decidido paso al frente  anunció la erradicación del uso del carbón en plantas termoeléctricas para el año 2021 como contribución a la reducción de emisión de gases efecto invernadero.

El crecimiento económico se proyecta positivo para los años 2018 y 2019 según las estimaciones tanto del Fondo Monetario Internacional como para el Banco Mundial, pero algunos líderes empresariales advierten que podemos encontrarnos en una burbuja financiera similar a la de 2006,  la cual, sabemos, desató la crisis económica más importante desde el Crack de la Bolsa de Nueva York en 1929. El lema que acoge la reunión de este año se centra en este escenario de incertidumbre y bautiza la cumbre bajo el slogan “Creando un futuro compartido en un mundo fracturado”.

Sin duda, las tensiones se acrecientan por las turbulencias que han introducido líderes mundiales como Trump, no sólo en materia de comercio internacional, sino en los efectos de sus políticas internas, con reformas y recortes fiscales y claras muestras de segregación social, dado que ponen de manifiesto los grandes retos que enfrenta la sociedad mundial en todos los ámbitos, económico, político, social, ambiental y educativo.  Sin embargo, hay que darse espacio para celebrar los esfuerzos conjuntos para vislumbrar aquellas políticas públicas y acciones concretas que puedan hacer de este un mundo mejor.


Prof. FACES/ EEI





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martes, 23 de enero de 2018

ARIGlobal: Migraciones, otra dimensión de la crisis


Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

Johanna Pérez Daza*




Los movimientos migratorios y flujos de personas suelen ser la causa y efecto de problemas complejos. No son un fenómeno reciente aunque en la actualidad se le considera uno de los temas que más ocupa a los gobiernos, organizaciones y líderes del mundo, ya que afecta a un considerable número de personas y grupos que, por distintas razones, deciden –o intentan- dejar su lugar de origen y buscan asentarse en otros territorios que ofrezcan condiciones de vida y garantías de las que carecen  en  sus países.

Los motivos abarcan conflictos armados, violencia, desempleo, crisis políticas, económicas y alimentarias, entre otros. Sus dimensiones son tan amplias y extendidas que autores como David Held consideran que la migración humana es una forma de globalización omnipresente. 

Es un proceso que, ocasionalmente, implica grandes riesgos y peligrosas condiciones de traslado, así como aspectos relacionados con la documentación y la legalidad. Sin embargo, son riesgos que los sujetos deciden asumir en busca de una mejor calidad de vida, o cuando menos, el anhelo de un mejor porvenir para ellos y su grupo familiar. 

Los movimientos de personas traen consigo debates sobre la autonomía y la soberanía de los Estado-nación, entre los que se encuentran su limitada capacidad para asegurar sus fronteras y controlar el flujo de migrantes indocumentados e ilegales lo que, en oportunidades, amerita acciones trasfronterizas y coordinaciones entre países, instituciones y actores políticos, convirtiéndose en un tema impostergable en los asuntos internacionales, pero también en los domésticos.

La aguda crisis que atraviesa Venezuela desde hace ya varios años ha hecho que este tema -otrora distante y ajeno- se haya convertido en una cercana realidad, al punto que la salida del país de millones de venezolanos ha trazado un nuevo flujo migratorio en el continente, tal y como señaló en meses pasados el director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, Marcelo Pisani.

Cifras recientes indican que cerca de un 30% de las familias venezolanas tiene algún miembro que ha migrado en los últimos años. Otros datos señalan que es una tendencia en ascenso concentrada principalmente en la población juvenil y adulta.



Esta compleja realidad impacta la dinámica regional y nacional, llamando la atención de instituciones y organizaciones internacionales que ofrecen su asistencia. Es un escenario que no puede ser desatendido o ignorado, pues su impacto se evidencia en el corto y mediano plazo, mostrando otra dimensión de la crisis venezolana que se escurre hacia otras latitudes.
               
                *Profa FACES / ARIG /  EEI





Vacío del migrante al abandonar su tierra, su vida y su gente. Escultura de la serie Voyageurs , (viajeros) de Frances Bruno Catalano.

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ARIGlobal: La salvaguarda urgente de los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano






Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global


María Gabriela Mata Carnevali*





Si mi querencia es el monte
 y mi fuerza un cimarrón
como no quieres que cante
 como canta un corazón
 Simón Diaz


Los cantos de trabajo del llano colombo-venezolano fueron declarados en diciembre 2017 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en una medida URGENTE para evitar la desaparición de esta manifestación común a los dos países latinoamericanos. El patrimonio cultural inmaterial infunde un sentimiento de identidad, se transmite de generación en generación y es recreado constantemente por las comunidades. Pero, muchas de sus expresiones y manifestaciones están amenazadas por la homogeneización implícita en la globalización  o  la falta de apoyo, aprecio y comprensión local. De allí la preocupación por salvaguardarlos para el disfrute de todos.

En el proceso largo y complejo que implica una declaración de este tipo estuvieron involucrados equipos de trabajo de Venezuela y Colombia, distinguiéndose el aporte de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por intermedio del prof. Victor Rago Albujas y estudiantes de la escuela de Antropología.

El Patrimonio cultural inmaterial o Patrimonio cultural intangible forma parte, junto con el patrimonio cultural material, de aquellos bienes inestimables e irremplazables de las naciones, cuya desaparición representaría una pérdida invaluable para la humanidad entera.

La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO (París, 2003) establece que el  mismo está formado por los “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su cultura”. Sin llegar a establecer categorías ni clasificaciones cerradas, afirma que este patrimonio se manifiesta particularmente en los siguientes ámbitos:

·         tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma
·         artes del espectáculo
·         usos sociales, rituales y actos festivos
·         conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo
·         técnicas artesanales tradicionales

Como ocurre con la cultura en general, el patrimonio inmaterial cambia y evoluciona constantemente, y cada nueva generación lo enriquece. Pero, muchas expresiones y manifestaciones están amenazadas por la globalización y la homogeneización, y también por la falta de apoyo, aprecio y comprensión local. Si no se alimenta, el patrimonio cultural inmaterial podría perderse para siempre, o quedar relegado al pasado.

Los cantos de Los Llanos colombo-venezolanos, propios de la actividad ganadera e interpretada a capella mientras se trabaja con los animales, están en declive debido a la honda transformación socioeconómica y demográfica de la sociedad llanera, según alertaron autoridades  en la materia. Salvaguardarlos requiere la transferencia de conocimientos, técnicas y significados pues la salvaguardia se centra sobre todo en los procesos inherentes a la transmisión o comunicación del patrimonio de una generación a otra, y no tanto en la producción de sus manifestaciones concretas, como la ejecución de una danza y una canción, o la fabricación de un instrumento musical o un objeto de artesanía.

Entre los esfuerzos que el organismo propone se encuentra el celebrar encuentros entre llaneros y jóvenes, formar a los maestros en la escuela y organizar diferentes certámenes de canto.

Junto a los cantos llaneros se incorporaron a la lista de salvaguarda urgente bienes  procedentes de Botswana, Mongolia, Marruecos, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

*Profa  FACES/ ARIG/EEI

@mariagab2016


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domingo, 21 de enero de 2018

ARIGlobal: Retos del nuevo año



Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV. Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

Felix Arellano *



El nuevo año se perfila complejo para el mundo y particularmente dramático para Venezuela, pero las fuerzas democráticas, promotoras de paz y convivencia tienden a crecer en impulso y creatividad frente a las adversidades y nuestra esperanza es que esto se pueda multiplicar, por optimismo, pero también por esfuerzo de trabajo, disciplina y organización de la gente honesta y de buena voluntad.

Los desafíos globales se proyectan múltiples y complejos y el militarismo, el armamentismo, el terrorismo y la violencia juegan un papel privilegiado. Pareciera que la amenaza nuclear de Corea del Norte, sujeta a las irracionalidades de su joven dictador, por sus graves consecuencias para la paz y la seguridad mundial, se presenta como uno de los temores más catastróficos. No muy lejos en peligrosidad se ubican el terrorismo y los ilícitos internacionales, tan difíciles de controlar y enfrentar, pues rompen los esquemas tradicionales de la seguridad y defensa.

Pero los riesgos globales son diversos y en el plano humanitario resaltan las crecientes violaciones de los derechos humanos; también las significativas migraciones de población pobre y perseguida en el planeta, incluyendo la venezolana que, en el marco de la aporofobia, básicamente encuentra rechazo, lo que se constituye en un potencial de conflicto. La pobreza y la marginalidad de vastos grupos humanos, acrecentada por los populismos y autoritarismos, se mantiene como uno de los factores de inestabilidad mundial.

En la lista de riesgos globales también destacan los problemas ecológicos, en particular los negativos efectos del cambio climático; también la proliferación de virus, que aún no tienen cura y se mueven a escala mundial sin consideraciones por fronteras o soberanías. Igualmente destacan la violencia de género que, no obstante la campaña de repudio mundial, siguen creciendo y junto a ella el permanente maltrato a la diversidad sexual.

En el plano económico el desasosiego frente a la globalización está creciendo, pero su manejo está resultando irresponsable, como el caso del Brexit en Gran Bretaña, o la rechazo de Donald Trump de los acuerdos comerciales transpacífico y transatlántico; pues retirarse de la integración, como también fue el caso del proceso bolivariano frente a la Comunidad Andina y el Grupo de los Tres, no es la solución, por el contrario tiende a complicar los problemas. Tampoco resuelve las inequidades que genera la globalización pretender construir muros, que solo exacerban la visión autoritaria de la soberanía y multiplica las complicaciones.

Sobre la terrible situación venezolana, la mayoría de los diagnósticos coinciden, tanto en la magnitud de la problemática para el nuevo año, como en la irresponsabilidad del proceso bolivariano, que profundiza la crisis por los beneficios políticos que le genera, al mejor estilo cubano, empobrecer facilita el control absoluto.

Pero frente al panorama desolador, las fuerzas de cambio en el mundo no se amilanan y el multilateralismo, los nuevos actores como las organizaciones no gubernamentales o las fuerzas que promueven la paz, la convivencia y la democratización de las relaciones internacionales, se mantienen firmes y creativas en su labor.

En lo que a Venezuela respecta, para quienes creemos en la democracia y la convivencia los retos son enormes; ahora bien, en proporción a los obstáculos, debería crecer la voluntad, la creatividad, la organización y, obviamente, la unidad. Para el nuevo año, con optimismo o ingenuidad, les deseamos todo lo mejor posible y espero que podamos reencontrarnos de nuevo en el mes de enero del 2018.

*prof FACES/ARIG/EEI



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