viernes, 24 de marzo de 2017

ARIGlobal: Mirando a Europa

                                                   

Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV. Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores de Venezuela que combina lo interméstico y global

 María Gabriela Mata Carnevali*                                                                                                      
Las boutades o malacrianzas de Trump hacia nuestra América y el estira y encoge dentro de la OEA para la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela nos distraen de  lo que ocurre en el continente europeo y su icónico modelo de integración, que está de cumpleaños. Este 25 de marzo se celebraron 60 años de la firma del tratado de Roma que dio origen a la Unión Europea y bien vale la pena detenerse en el tema.

Nadie discutirá el éxito de una aventura que ha contribuido a la prosperidad y la estabilidad de un continente devastado por dos guerras mundiales y luego dividido por la Guerra Fría. Desde 1989, sin embargo, el mundo ha cambiado.  En el contexto de la dinámica "Brexit-Trump"  no es tiempo de avanzar, sino de defender  el espacio ganado.  El giro xenófobo  y conservador en muchos de los países miembros sitúa a la Unión en el juicio de los electores;  Farage, Le Pen, Wilders, Petry  o  Salvini  amenazan con destruir su moneda, su mercado, en fin,  su unidad. A pesar de que las recientes elecciones holandesas rompieron la tendencia con una clara victoria para la centro derecha, el suspenso se prolonga de cara a las presidenciales francesas.

Para satisfacer las aspiraciones latentes, los 27 presidentes y primeros ministros que se reunieron en Italia para conmemorar la fecha, jugaron a balancear las necesidades e intereses de los estados miembros y las expectativas de la población.

Europa es el mascarón de proa de todos los amantes de la libre circulación típica de la globalización, pero Bruselas pareciera haber perdido la visión de los ciudadanos más sedentarios que ven en  esto no una oportunidad, sino un "caballo de Troya” que pone en peligro su puesto de trabajo, su seguridad, su vida. El apoyo de los ciudadanos ha caído  notoriamente. Sólo el 35% considera positiva la UE, 17 puntos menos que en el 2007.

La UE está en crisis justamente cuando pareciera más necesaria pues el retorno al Estado individual y la moneda nacional, que propugnan los euroescépticos y la extrema derecha, dejarían aún más indefensos a ciudadanos y gobiernos frente a las amenazas de seguridad y al inmenso poder de las multinacionales y el sector financiero.

El texto del comunicado que suele leerse en estas ocasiones fue objeto de arduas negociaciones, debido a las divergencias entre Europa occidental y oriental sobre cómo debe replantearse la gobernanza regional en una Europa que avanza a “distintas velocidades". En definitiva pasa revista a los logros del proyecto comunitario, a sus principales retos, entre los que incluye el terrorismo  y  la inmigración, y a las áreas a las que la Unión quiere dar prioridad: la seguridad, el progreso económico, la Europa social y el peso de la UE en el mundo. Pero todavía están en el aire las palabras del papa Francisco quien, en una inusual “reunión de familia” que tuvo lugar el viernes en el Vaticano, reprochó  a Europa  el  limitarse a gestionar los problemas como si fueran solo una cuestión numérica, económica o de seguridad pues, a su juicio, “el miedo que se advierte encuentra a menudo su causa más profunda en la pérdida de los ideales” y por ello urgió a encontrar nuevos caminos, a apostar por el futuro a través de  un “nuevo humanismo” .

La verdad es que urge ampliar la mirada, pues si bien la paz de ahora se da por descontada, las guerras de los Balcanes, los ataques terroristas y la actual guerra civil de Ucrania muestran que lo impensable puede producirse  cuando estallan las tensiones y fracasan las instituciones.

*Profesora FACES/ ARIG-RRII
  matacarnevali@gmail.com



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