ARIGLOBAL
Espacio de
reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores
vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la
UCV. Opiniones, comentarios y
reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las
relaciones exteriores de Venezuela que
combina lo interméstico y global
Luis Angarita
El sistema del
comercio mundial contemporáneo se ha venido
construyendo desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, contexto en el
cual el sistema económico mundial buscaba el establecimiento de un conjunto de
normas que permitiesen generar
previsibilidad y confianza a los distintos países, en un momento de
urgencia y de reconstrucción de la economía mundial. Así, junto a las
instituciones de Bretton Woods, (Fondo Monetario Internacional y Banco
Mundial), se hacen esfuerzos para establecer un régimen internacional avocado
al comercio internacional. Pero como las
negociaciones comerciales tienen la particularidad de conseguir muchas
resistencias, en el contexto de los años cuarenta sólo se pudo materializar un
acuerdo provisional de aranceles y comercio, conocido en la literatura como el
GATT del 47.
Este foro de
negociaciones fue dando forma a lo que hoy en día conocemos como el sistema del
comercio mundial que, como régimen internacional[1], cuenta con un sistema de normas, leyes y
procedimientos comunes, que generan la confianza de acudir a un mecanismo cada
día más libre y transparente. De esta manera conseguimos que la Organización
Mundial del Comercio, creada en el año de 1994, se constituya como un sistema
abierto, con negociaciones paulatinas, con agendas ampliadas de los temas
comerciales, y con el objetivo común de un comercio más libre e inclusivo.
En esta
organización se concentra, lo que en el mundo académico se consideraría como
paradigma, es decir, luego de un amplio debate a lo largo del Siglo XX, con
argumentaciones a favor y en contra del libre comercio, con sistemas
regulatorios sesgados a la protección arancelaria, las negociaciones de la
década de los noventa muestra a un mundo orientado casi unánimemente a la
apertura comercial, generando así la común aceptación de la comunidad, tanto
científica como tomadores de decisiones, de que el libre comercio es el mejor
modelo posible dentro del sistema de intercambios comerciales.
Esta visión
liberal es la que se ha profundizado desde comienzos de la década de los 90,
aunque algunos autores la ubican incluso a principios de los años 80, y marca
los principios que rigen las relaciones comerciales, cada vez más libres,
previsibles, transparentes y leales. Aun cuando las negociaciones en el seno
del organismo multilateral para la profundización de un sistema más libre puedan complicarse en
virtud de la complejidad de cada vez más temas dentro del comercio, la
tendencia de cada uno de los países es adaptarse a un sistema que ofrece cada
vez más oportunidades, pero a la par, cada vez ofrece más competencia a todos
los productores que quieran participar en el comercio mundial.
Con la llegada
de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América, se ponen a
prueba todo este conjunto de prácticas que han marcado la tendencia liberal del
comercio contemporáneo. Esta discusión se plantea en el marco de la campaña del
presidente republicano, quién enarboló un conjunto de propuestas de corte
proteccionista, desenterrando los argumentos de la primera mitad del Siglo XX,
como protección a la industria nacional, o la defensa del empleo
norteamericano. Su principal slogan de campaña era la oferta de “volver a hacer
América grande” (Make America Great
Again).
Desde la toma de
posesión, el ahora Presidente Trump ha realizado Órdenes Ejecutivas que
desmantelan el avance de negociaciones comerciales logradas en las pasadas
administraciones. Su primer acto fue retirarse del Tratado Transpacífico, cuyo
objeto es profundizar el libre comercio en la cuenca del Océano Pacífico, lugar
geoestratégico que concentra a la mitad de la producción mundial y las dos
terceras partes de la población global.
Entre otras de las acciones más destacadas ha sido la amenaza a las
empresas automotrices para que establezcan sus fábricas ensambladoras en
territorio norteamericano, en detrimento de México. Más recientemente, ha anunciado la revisión
del histórico Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para pasar
a renegociar un sistema de protección comercial con su socio latinoamericano.
Si bien estas
actuaciones representan una amenaza a todo el recorrido de negociaciones
comerciales vividos en los últimos 30 años, sobre todo por el rol que los
Estados Unidos juega en el comercio mundial, también es cierto que, por el otro
lado, se han alzado voces en defensa de mantener un sistema comercial abierto y
transparente para todos por igual.
En esta
oportunidad, las voces de defensa del libre comercio vienen de actores no
tradicionales en el tema, como es el caso del presidente chino Xi Jinping,
quien en la sesión anual del Foro Económico Mundial celebrado en Davos,
sostiene que tanto China como el mundo necesitan de un sistema comercial
abierto alertando que “no habrá ganadores en una guerra comercial”,
respondiendo a las preocupaciones de un escenario adverso al comercio mundial.
Y en este mismo
sentido se han pronunciado distintos foros de integración mundial, como el Foro
de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Unión Europea, Mercosur, entre
otros, ya que la evidencia estadística ha demostrado que, si bien un sistema de
competencias puede perjudicar a los sectores ineficientes de una economía, los
países en general, y aquellos en vías de desarrollo y economías emergentes en
particular, están en mejores condiciones y participan de mejor manera del
sistema de producción mundial y de las cadenas globales de valor gracias a un
sistema comercial abierto.
De modo que, si
bien las medidas avanzadas desde la nueva administración de los Estados Unidos
parece mostrar una gran amenaza al avanzado sistema de negociaciones
comerciales, existen también voces que salen en su defensa, ya que, el libre
comercio ha demostrado generar mayor bienestar que cualquier otro sistema
dentro del comercio internacional.
Profesor FACES/ RRII
Luisangarital@gmail.com
[1]
Krasner (1983) la define como conjunto
de principios implícitos o explícitos, normas, reglas y procedimientos de
decisiones alrededor del cual las expectativas de los actores convergen en una
determinada área de las relaciones
internacionales,
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