lunes, 22 de abril de 2019

VENEZUELA: Zona de Exhibición Hegemónica de Rusia y EE.UU



Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global


Alfredo Ordoñez*



La presencia de militares rusos en la República Bolivariana de Venezuela ha generado una gran preocupación en sus vecinos de la región y, especialmente, en los Estados Unidos de América. Luego del anuncio del Presidente de los EE.UU, Donald Trump, a finales del año 2018, de retirar las tropas militares del territorio sirio, y la necesidad de disminuir la presencia militar en aquellas zonas donde no se genere ningún beneficio para los americanos, pareciera haberse dado una suerte de equilibrio geopolítico en el mantenimiento de las zonas de influencia de las naciones más poderosas del mundo.

Sin embargo, la estrategia del Presidente Ruso, Vladimir Putin, ha sido todo lo contrario. El expansionismo ruso recobró fuerza con la adhesión de Crimea  y Sebastopol en territorio ucraniano en el año 2014. Este impulso promovió la confianza que necesitaba el Kremlin para tener en el 2015 presencia militar en Siria en favor del gobierno de Bashar al-Assad; fortalecer el convenio de la "ruta oriental" de suministro seguro de engería para la República Popular China a través de un gasoducto (38.000 millones de metros cúbicos anuales de gas natural en 30 años, al precio de 400.000 millones de dólares); y lograr una reunión estratégica a principio del 2019  con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para realizar acciones conjuntas en territorio sirio, disminuyendo la influencia norteamericana en el Medio Oriente.    

En tal sentido, la presencia de militares rusos como demostración de apoyo al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, no es más que una exhibición estratégica del presidente ruso para resaltar su influencia expansionista en todo el mundo, y en especial a la zona de seguridad de los Estados Unidos de América, su eterno rival desde la Guerra Fría.    

En esencia, esa estrategia provocativa del Kremlin para Washington, ha obligado a este último a activar a los veintinueve (29) miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para evaluar el rol que viene desempeñando Rusia en las zonas de conflicto internacional y la situación particular de Venezuela conforme a los protocolos internacionales, pero también como una forma de convalidar cualquier acción unilateral de los EE.UU frente a una amenaza directa en su zona de seguridad nacional.

De ahí que Washington ha bajado sus expectativas sobre el retiro de tropas de Siria, y ha reactivado su lobby con sus aliados en el Medio Oriente (Israel, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) frente al expansionismo ruso en Yemen, Siria y Turquía. De igual forma en América Latina, han brindado todo el apoyo a los miembros del Grupo de Lima frente al expansionismo ruso en Venezuela.

Al respecto, la crisis política, económica y social que sufre Venezuela ha permito que el territorio soberano se convierta en una vitrina de exhibición hegemónica para Rusia y los Estados Unidos de América. Los problemas de legalidad y legitimidad de la institucionalidad política, aunado a las constantes violaciones de los derechos humanos de forma sistemática, han dejado a la nación venezolana desamparada en búsqueda de una tutela internacional. Ejemplo de ello, han sido los planes expuestos por los distintos actores políticos de Venezuela, enfrascados en la dependencia petrolera y en una política monetaria ajustada a un sistema de endeudamiento internacional.

De ahí la estrategia de cabildeo internacional por parte de los actores políticos venezolanos; un grupo para mantener su poder a la sombra de la presencia rusa, y el otro, en búsqueda del poder a la sombra de la estatua de libertad. Tal vez consecuencias del Neo-imperialismo. Sin embargo, lo más preocupante es la situación de crisis que enfrenta Venezuela y que se agudiza cada día más, sin que se vea en ninguno de los actores políticos una planificación estratégica como nación que permita retomar el camino al desarrollo.


*Internacionalista
MSc. en Economía Internacional
Doctorante en Estudios del Desarrollo
Twitter / Instagram: @alf_ord



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El contenido de este blog y todos sus recursos son de uso exclusivo del Área de Relaciones Internacionales Globales y tiene como finalidad promover la difusión de investigaciones de alto nivel académico de los cursantes y profesores del postgrado. Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de la Universidad Central de Venezuela y sus autoridades.