martes, 14 de noviembre de 2017

ARIGlobal: Venezuela, la diplomacia y sus tiempos


Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

Lucía Galeno*




La dinámica interna de los países se desarrolla a un ritmo que pareciera muy rápido en comparación con la respuesta internacional a ésta y a sus repercusiones. En este sentido, la crisis política, institucional, económica y, sobre todo, humanitaria, que atraviesa Venezuela, es una muestra patente del descompás entre la urgencia de acciones efectivas con incidencia interna inmediata por parte de la comunidad internacional y la lentitud con la que se manejan las negociaciones entre los actores mundiales.

Ante la expectativa de la posible respuesta institucional foránea a la crisis, el común denominador del ciudadano se pregunta, ¿Cuánto tiempo es requerido para que se produzca una acción internacional contundente que pueda traducirse en algún tipo de ayuda o cambio en el escenario interno? La respuesta responde al análisis de una serie de factores que conforman el entramado de la política internacional y que tienen sus propios “tiempos” de evolución.

En la actualidad, existe una cada vez más estrecha interdependencia entre los actores del sistema gracias a los regímenes internacionales que permiten gran movilidad de factores productivos, relaciones comerciales, financieras y, por supuesto, como consecuencia de las comunicaciones físicas y virtuales. Así, lo que sucede a lo interno tiene algún tipo de secuela a lo externo. Sin embargo, la acción de los estados responde al principio de soberanía en su territorio, por lo que una gestión desde afuera, a menos que sea justificada por los tratados internacionales, sería violatoria del principio de no intervención, admitido y respetado de forma generalizada en la comunidad internacional después de mucho tiempo y esfuerzo. 

Lamentablemente, este manejo diplomático no excluye aquellos casos en los que se presentan violaciones al orden institucional interno y externo como en las que incurre el gobierno venezolano. El problema está en comprobar ante la opinión pública y la comunidad de países, el incumplimiento de las normas establecidas por parte de un estado, lo cual es un proceso que demora cierto tiempo, dado que se debe demostrar que no se trata de un capricho intervencionista guiado por intereses particulares que puedan incidir en las negociaciones, acelerándolas o retardándolas, sino de una verdadera falta a los compromisos adquiridos.

En este marco, vale destacar que a pesar de algunas voces advirtieron las reiteradas violaciones del orden constitucional por parte del gobierno venezolano desde hace ya varios años, éstas no fueron tomadas en cuenta por la comunidad internacional, hasta que empezaron a cambiar los factores de poder en el escenario latinoamericano a raíz del ascenso de gobiernos de ideología distinta a la izquierda; también, mediante las denuncias hechas por Luis Almagro desde la Secretaria General de la OEA; pero sobre todo, se hizo evidente, debido a la trasgresión de los Derechos Humanos cometidas por el gobierno de Nicolás Maduro en el marco de las protestas iniciadas en abril de este año; además de la reticencia del mismo en atender la severa crisis económica y humanitaria en proceso y que, por el contrario, desconoce.

Es la propia afectación de los países vecinos por variables como las oleadas migratorias de venezolanos en la región y el peligro que representa para la estabilidad del continente el estallido de una crisis humanitaria en el país caribeño, expresada incluso en la alerta de brotes epidemiológicos, lo que ocasiona que los hilos de la comunidad internacional comiencen a moverse, para encontrar una solución viable y lo más efectiva posible a la crisis venezolana.

Ante la imposibilidad de lograr un acuerdo interno que permita superar la crisis, la potencial solución pareciera devenir de lo internacional, al situarse en un estadio mayor de decisiones y negociaciones que por su naturaleza, ofrece mayores garantías.

*Profa  FACES/ EEII



                                         
----------------------------
Las opiniones emitidas por los articulistas son de responsabilidad individual y en ningún caso comprometen opiniones de la entidad que promueve este espacio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El contenido de este blog y todos sus recursos son de uso exclusivo del Área de Relaciones Internacionales Globales y tiene como finalidad promover la difusión de investigaciones de alto nivel académico de los cursantes y profesores del postgrado. Las opiniones expresadas en este blog son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de la Universidad Central de Venezuela y sus autoridades.