Espacio
de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e
investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales
de la UCV. Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de
la agenda internacional y de las relaciones exteriores de Venezuela que
combina lo interméstico y global
Mirna Yonis *
En ocasión de la corta
visita que realizó el Presidente Trump a Puerto Rico y los comentarios
generados por sus lamentables declaraciones sobre la magnitud del desastre
ocasionado por el Huracán María comparativamente con lo que Katrina dejó en Luisiana
o Harvey en Miami, es oportuno señalar la combinación de esfuerzos colectivos
globales y regionales para atender el manejo de emergencias y desastres en el
Caribe.
En este contexto resalta el
trabajo que realiza la NASA en colaboración con la Agencia Espacial Europea
para identificar los daños generados con el paso del Huracán María en el Caribe.
Vale la pena señalar que es un trabajo más amplio en el que se incluyen los
anteriores Huracanes Harvey e Irma.
El aterrizaje del Air for
One el 03 de octubre, en suelo boricua, con todo el equipo de funcionarios
federales civiles y de seguridad deja una estela de críticas y sinsabores sobre
el posible cambio en la rapidez y eficiencia de apoyo de la FEMA como agencia
centralizadora de los programas de “ayuda” para Puerto Rico. Si bien hay
expectativas prudentes con la reunión de trabajo técnico, las declaraciones del
Presidente y el manejo mediático de la distribución de harina, celulares y
papel higiénico dejan mucho que desear.
En todo caso hay una
realidad concreta que requiere atención, seguimiento y acciones concretas no
solo con las poblaciones afectadas sino ‘en el terreno’. Las magnitudes son
propias y sensibles para Puerto Rico pero también para otros territorios
insulares como Dominica, Barbuda, Tórtola, San Martin, con distintos grados de
autonomía y capacidades de ejercicio de relaciones internacionales para
concurrir a Fondos y Ayuda Internacional.
El debate sobre el estatus
de Puerto Rico vuelve a la palestra. La urgencia es la etapa actual, pero la
emergencia se prolonga en el tiempo por la magnitud de la devastación de
franjas del territorio. Si la ayuda pasa por el filtro de la quiebra y el cobro
de deudas, sobran razones para preocuparse sobre el futuro de Puerto
Rico.
El dicho “lo peor de dos
mundos” golpea la realidad de Puerto Rico en este momento. Por una parte, la
precariedad por el desigual trato en la celeridad de acciones por parte de
Washington y FEMA. Por otra parte, la imposibilidad de concurrir a programas de
ayuda/cooperación internacional debido a los límites que impone le condición
jurídico política de Estado Libre Asociado (ELA). Esto es lo que ha llevado a
discutir sobre el reprochable trato colonial que tiene Puerto Rico por parte de
Estados Unidos.
El Programa de Desastres de
la NASA, dirigido por David Green, declaró a inicios de septiembre que se está
llevando esta iniciativa a un segundo nivel
"para ayudar a forjar relaciones y
compartir recursos de información críticos para la respuesta ante desastres
desde la fase de alerta temprana hasta la de recuperación". Es por ello
que ha entregado a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias
(FEMA, por sus siglas en inglés) un mapa de áreas en el este de Puerto Rico que
han sido dañadas como resultado del impacto del huracán María.
Uno de los balances que
amenaza con mayores secuelas en Puerto Rico es la situación en la zona aledaña
a Loíza, tanto por los daños en la vegetación y en la amenaza que representa el
desvío de afluentes del Gran Río Loiza o el desbordamiento del lago Loiza. De
la treintena de embalses, el nombre oficial es Embalse de Carraízo (nombre oficial) ubicado al
noreste de la isla, en el municipio de Trujillo Alto, fue construido en 1954, se alimenta del Río Grande de Loíza y
tributarios. Es la principal fuente de
abastecimiento de agua de la zona metropolitana de San Juan.
El detalle
del mapa de Puerto Rico fue
desarrollado, mediante combinación de varios recursos tecnológicos, con
imágenes captadas con los radares de los satélites Copernicus Sentinel-1A y
Sentinel-1B los cuales operan con apoyo de la Agencia Espacial Europea (AEE).
Esta información fue divulgada a través de los medios el 30 de septiembre, días
previos a la visita del presidente Trump a Puerto Rico e Islas Vírgenes
americanas.
El grupo de mapas generados
por NASA y AEE apoyan la identificación de daños y las acciones tanto de
gobiernos como de agencias y organismos intergubernamentales y no
gubernamentales, primero en el rescate de víctimas y acciones primarias de
emergencia, pero también en los planes de recuperación y reconstrucción. En el
caso de Estados Unidos, apoyar a FEMA en la evaluación de daños en Puerto Rico
así como en Islas Vírgenes americanas, donde la Isla Tórtola es una de las más
afectadas. Entre otros interesados en dichos mapas se encuentran países y
agencias europeas, debido a las relaciones como administradores
(metrópoli) de territorio con distintos grados de autonomía (ex-colonias) e
independencia, específicamente de Francia, Reino Unido y Reino de los Países
Bajos. Seguramente, organizaciones
no gubernamentales de socorro y ayuda humanitaria también darán su propia
lectura.
Todos estos eventos además
de demandar conciencia y solidaridad ponen de manifiesto las urgencias
señaladas por el Caribe y estados archipielágico en la agenda del cambio
climático, el calentamiento de los océanos y la mitigación de riesgos, entre
otros. El (Gran) Caribe tiene un Dossier de propuestas y acciones concretas que
siguen en desarrollo:
1. La
creación en 2005 de la Agencia del Caribe para el Manejo de Emergencias y
Desastres (Caribbean Disaster Emergency Management Agency, CDEMA) avalada como
plataforma regional por parte de la CARICOM y la OECS-OECO.
2. La
Resolución A/RES/69/216 “Hacia el desarrollo sostenible del mar Caribe para las
generaciones presente y futuras” de la Asamblea General de la ONU en 2016. Este
es el resultado del trabajo iniciado en 2008 con la creación de la Comisión del
Mar Caribe, cobijada por la Asociación de Estados del Caribe (AEC), con miras a
lograr la Declaratoria del Mar Caribe como Zona Especial en el contexto del
desarrollo sostenible.
En tecnología y en
diplomacia se evidencia la suma de esfuerzos regionales en torno a temas de
interés como el manejo de desastres y la protección ambiental, entre otros.
CEDEMA y la Zona Especial son dos cartas de presentación caribeñas. Ante el
reciente retiro de Estados Unidos del Convenio sobre Cambio Climático, con la
firma de una Orden Ejecutiva del Presidente Donald Trump, y sus declaraciones
marcando distancias con los programas de protección ambiental, vale la pena
explorar las calificaciones en las ‘cartas de buena conducta’ de los
gobiernos-países.
Profa
FACES/ ARIG
@mirnayonis
Mapa
de Puerto rico de los satélites “Copernicus . Foto:NASA y Google Earth.
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