Espacio de reflexión sobre la
realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al
postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV. Opiniones, comentarios y reflexiones sobre
distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores de
Venezuela que combina lo interméstico y global
María Gabriela Mata Carnevali
Solo los medios justos producen resultados justos
Mahatma Gandhi
La
resistencia civil es una forma de acción política consistente en la ejecución
de estrategias que no conllevan violencia contra el adversario con el que se
sostiene un conflicto, sino que se orientan a seducir a la opinión pública para
que voluntariamente decida no seguir obedeciendo o colaborando con él. Tres
atributos han hecho la diferencia entre el éxito y el fracaso de los
movimientos no violentos alrededor del mundo: unidad, planificación, y
disciplina no violenta. Atención
Venezuela.
El éxito de
movimientos pacíficos alrededor del mundo con protagonistas y causas tan
diversas como la humanidad misma, va contra la suposición de que el poder en
última instancia proviene del monopolio de la violencia. Si esta suposición
fuera completamente correcta, ni Gandhi ni Mandela ni tantos otros que
siguieron su ejemplo, habrían podido triunfar contra sus temibles adversarios.
Según Hardy
Merriman (2010), si aceptamos el axioma que dice que en la política "el
poder nunca es dado, siempre es tomado", la conclusión es que los
movimientos históricos no violentos han tenido éxito porque, de algún modo,
ejercieron un poder mayor al de sus oponentes: el poder de la No violencia.
Las huelgas,
los boicots, las manifestaciones de masas y el establecimiento de instituciones
paralelas junto a otras muchas acciones creativas, fueron los instrumentos
usados para lograrlo.
Por nuestra
coyuntura, cabe hablar de la figura de los gobiernos en el exilio. Durante
la Segunda Guerra Mundial, numerosos
gobiernos y monarcas europeos, ante la expansión de la Alemania nazi,
se vieron forzados a buscar refugio en el Reino Unido,
estableciendo allí sus gobiernos en el exilio.
La eficacia
de un gobierno en el exilio depende principalmente del apoyo que pueda obtener
de gobiernos extranjeros, por una parte, y de la población de su país, por el
otro. Algunos gobiernos en el exilio pueden convertirse en una fuerza
formidable, lo que representa un grave problema para el rival en la posesión
efectiva del país, mientras que otros se mantienen principalmente como un gesto
simbólico con poco efecto sobre la situación real. Ejemplo doloroso: el Tibet.
¿Dónde está
la clave del éxito? Obviamente cada caso es distinto; sin embargo, pareciera
haber acuerdo en que para que la resistencia tenga éxito hay tres elementos que
no deberían faltar: unidad, planificación
y disciplina.
La unidad es importante porque los
movimientos no violentos sacan su fuerza de la participación de la gente. Los
números importan. Entre más gente apoye un movimiento, más clara es su
legitimidad, poder, y el repertorio táctico. Los movimientos efectivos han
tenido que abrirse incluso a los que deciden desertar de las filas de su
opositor. El movimiento anti apartheid en Sudáfrica (1955-1992) fue capaz de
recoger apoyo extendido y de crear la unidad para la causa del cambio, aún entre
algunos partidarios blancos quienes inicialmente habían apoyado el sistema de
desarrollo separado. El premio Nobel de la paz compartido por Mandela y el
entonces presidente F.W. de Klerk da cuenta de cómo el sentido histórico de
estos dos hombres pudo impedir una guerra civil que se consideraba inevitable.
La planificación estratégica juega un rol
capital. No se puede vencer a un
oponente armado únicamente por los actos espontáneos e improvisados de
resistencia, incluso si tales actos son bien ejecutados. Un caso que se suele citar en este sentido es
el de Polonia en la década de los 80 y el rol crucial jugado por Lech Walesa para
dirigir y apoyar la huelga general espontánea que prendió al país, en aquel entonces
sometido a un régimen comunista. Lo
logró gracias a la creación del Comité de Coordinación de Huelga (Międzyzakładowy
Komitet Strajkowy), que más tarde legalizaría como Comité de Coordinación
Nacional del Sindicato Libre Solidaridad, plataforma que lo llevó a la
presidencia de la República.
Finalmente,
una estrategia solo es eficaz si es ejecutada de un modo disciplinado. El
riesgo más grande para los movimientos de este tipo es que algunos miembros puedan
hacerse violentos, o que haya infiltrados que inciten a la violencia. Por lo
tanto, la disciplina no violenta - la capacidad de la gente para permanecer no
violenta, aún ante provocaciones- debe ser objeto de campañas durante la lucha.
Recientemente, el
gobierno de Macron en Francia ha usado la violencia observada en París y en
otros lugares para afirmar que el movimiento de los chalecos amarillos es ilegítimo y antidemocrático. La acción no
violenta niega a las autoridades esta línea de ataque. Por el contrario, la
violencia utilizada contra los movimientos pacíficos ayuda a construir su
propia legitimidad y obtener respaldo mundial.
Los ojos del
mundo están puestos en Venezuela. La cita es el 23 de enero. Hay demasiado en
juego. Para que el resultado sea el esperado habrá que tener en cuenta las
lecciones de la historia.
@mariagab2016
Una mujer,
parte de los "chalecos amarillos" grita consignas subida a un
semáforo durante una protesta en los Campos Elíseos en París, Francia. EFE
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