martes, 31 de julio de 2018

ARIGlobal: NICARAGUA RESISTE



Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global


Por Fidel Canelón F*





Se han cumplido 100 días del inicio de las protestas en Nicaragua contra el gobierno de Daniel Ortega. El saldo es tétrico: al menos 351 muertos,  1200 heridos y entre 400 y 500 presos políticos. Se trata de la represión más sanguinaria aplicada por un gobierno latinoamericano en varias décadas, superando lo sucedido en Venezuela en las protestas de 2014 y 2017.

Daniel Ortega, hay que admitirlo, construyó con paciencia y astucia sibilina un proyecto hegemónico de poder desde los tiempos en que la revolución sandinista triunfó en 1979, desalojando del poder a Anastasio Somoza, el tercero de una dinastía que dominó por décadas a Nicaragua. Asumió la jefatura de la Junta de Reconstrucción Nacional hasta que pierde el poder en 1990, al caer derrotado en las elecciones por Violeta Chamorro.

Terminado el período de Chamorro, en los comicios de 1996 se presentó nuevamente como candidato, perdiendo con Arnoldo Alemán, líder del Partido Liberal-Constitucionalista, con quien a la postre llegará a un pacto político perverso, que evitará que éste vaya a la cárcel pese a las numerosas  acusaciones de corrupción en su gobierno, obteniendo Ortega a cambio una modificación de la ley electoral que permitía llegar al poder a quien obtuviera solo el 35% de los votos. Si bien el acuerdo no fue fructífero para el líder sandinista en 2001, cuando pierde ampliamente con Enrique Bolaños las presidenciales, sí lo sería en 2007, cuando vuelve al poder en su quinto intento, al sacar casi lo justo, el 37,99% de los votos. El pacto con Alemán le seguiría dando posteriormente pingües beneficios, al concederle los votos que necesitaba en la Corte Suprema de Justicia para aprobar su reelección en 2012, en un acto que violó flagrantemente la Constitución Nacional.

Pese a formar parte del giro izquierdista que tomó por asalto a América Latina en los años 2000,  puede decirse que Ortega encauzó a Nicaragua por un modelo político y económico de rasgos singulares, teniendo en común con sus pares “revolucionarios” la instauración de una democracia cada vez menos competitiva, donde el marco de acción de las fuerzas políticas opositoras se fue restringiendo severamente, al punto que en las elecciones de 2017 virtualmente fue él mismo quien eligió a los candidatos “adversarios”, lo que explica su abultado triunfo con el 72% de los votos.

Ortega, sin embargo, jamás llegó a proclamar el socialismo del siglo XXI, como Chávez y los Castro, coincidiendo en este sentido más bien con la política de Morales y Correa de mantener un sistema capitalista de libre mercado, sin controles cambiarios ni de precios, y con una intervención selectiva del estado solo en algunas áreas. Pero, a diferencia de éstos últimos, no mantuvo una relación de conflicto con el sector privado, sino que cooptó de facto a la asociación de gremios empresariales de Nicaragua (Cosep) dándoles una importante participación en los organismos y empresas del estado. Es decir, puso en práctica un modelo corporativista que le rindió amplios beneficios y estabilidad durante esos 11 años.

Este modelo autoritario –que en algunos aspectos se acerca más al viejo PRI de México que al comunismo cubano o al socialismo del siglo XXI de Chávez- llegó a su fin con la rebelión cívica que se inició el 18 de abril, encabezada por los estudiantes, trabajadores, clases medias y la Iglesia Católica, de tanta influencia en el pueblo nicaragüense. A Ortega no le quedó más remedio que poner fin al pacto con el Cosep, al tiempo que tuvo que sentarse en una mesa de diálogo cuyo destino final no está nada claro, debido a la salvaje represión desatada y a su indisposición a adelantar las elecciones para el año que viene. Pero una cosa puede asegurarse: Nicaragua ya no es la misma. Y si bien es posible que el movimiento de protestas se agote o llegue al cansancio, lo cierto es que el dúo Ortega-Murillo está cada vez más aislado nacional e internacionalmente, y en adelante se le hará cuesta arriba mantener el régimen de privilegios y discriminación política sobre el cual cabalgó por más de una década.

*Prof  FACES /EEI




martes, 24 de julio de 2018

ARIGlobal: La estrategia rusa


Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global


Felix Arellano*


Robert Mueller, el fiscal especial designado para coordinar la investigación de la llamada “conexión rusa”, es decir, la eventual actuación, bajo espionaje cibernético, de fuerzas rusas contra la candidatura de la Señora Hillary Clinton, en las pasadas elecciones presidenciales, acaba de presentar un Informe en el que imputa a 12 espías rusos de realizar la labor de espionaje contra el partido demócrata; la lista es más numerosa, pero aún no precisa sobre la participación de las altas esferas políticas rusas, no hace referencia al eventual “Putingate”, rememorando el Watergate, que dirigió Richard Nixon también contra el partido demócrata.

Pareciera que sobre la conexión rusa en los Estados Unidos ya empiezan a aparecer culpables, pero nada se dice del autor intelectual. En el mundo también se habla de otras conexiones rusas que no han sido suficientemente investigadas, en consecuencia, no se tiene claridad sobre eventuales responsables, entre otros, son los casos de: los envenenamientos ocurridos en el Reino Unido, o las eventuales conexiones rusas en el Brexit (la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea), o en el movimiento separatista catalán en España, o en las tendencias xenofóbicas y euroescépticas en varios países europeos, como la estrecha vinculación de la Sra. Le Pen de Francia con los líderes rusos.

Como bien sabemos el expansionismo forma parte de la idiosincrasia rusa, está presente desde sus orígenes y ha caracterizado su historia nacional, Cabe destacar que desde Iván III el Grande, a finales del siglo XV, el expansionismo territorial forma parte de la esencia de la Rusia imperial. Luego, la camarilla del comunismo imperial, también buscaba la expansión rusa en el planeta. La caída del comunismo trajo unos años de introspección, pero el protagonismo y el liderazgo se mantienen vivos en la dirigencia rusa, además forma parte de los temas de orgullo nacional.

Ahora bien, el protagonismo y liderazgo en un mundo global de la IV revolución industrial, exige de unas fortalezas que no caracterizan la Rusia actual. En la revolución del conocimiento científico y tecnológico, base fundamental en los procesos globales, Rusia no juega un papel relevante; empero, el protagonismo y liderazgo es su obsesión y, como bien sabemos, las obsesiones mal encausadas son peligrosas; también se puede lograr protagonismo destruyendo y en nuestros días es un lugar común decir que “Rusia juega al caos, buscando algún beneficio”

Actualmente el populismo autoritario que lleva varios años gobernando en Rusia ha asumido el liderazgo y protagonismo internacional como una de sus banderas fundamentales, el renacimiento de un equivocado orgullo nacionalista expansivo. En tal sentido, encontramos una activa presencia rusa, en primer lugar, tratando de retomar lo que considera son sus espacios naturales, de allí la gran preocupación de sus vecinos, entre otros, se ha anexado parte de Ucrania (Crimea y Sebastopol), establece enclaves coloniales en Abjasia y Osetia en Georgia y mantiene bajo amenaza los países bálticos. Al respecto, el Presidente de Ucrania alertaba sobre el expansionismo y la agresión rusa, que desprecia las normas del derecho internacional y aspira destruir la arquitectura de la seguridad europea.

Pero la obsesión de protagonismo y liderazgo del gobierno ruso es global y lo encontramos actuando muy activamente en otras áreas como el medio oriente, particularmente en Siria; participando en un eje con Irán y Turquía. En la estrategia de búsqueda de beneficios a escala global y, en el marco de su estrecha relación con Irán, no está muy claro su apoyo a movimientos terroristas como Hámas y Hezbollah. En Asia, si bien ha tratado de mantener un cuidadoso equilibrio con China, por ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha tratado de involucrarse en la mayoría de los conflictos.

También en nuestro hemisferio se está evidenciando el activismo ruso y de nuevo pareciera que juega al caos, a ver qué beneficios puede lograr, de hecho aparece vinculado a gobiernos autoritarios, con graves expedientes de violación de los derechos humanos, destrucción de institucionalidad democrática y clara actitud cuestionadora de la normativa internacional como son: la dictadura cubana y los gobiernos de Nicaragua y Venezuela

En particular las relaciones con el proceso bolivariano venezolano se presentan formalmente estrechas, con bastantes negocios, particularmente de armas y muy poca transparencia y legalidad.
El proceso bolivariano sueña que Rusia pueda jugar el papel de mecenas que no ha logrado con China, y esto le viene muy bien a la estrategia del caos ruso, que se está logrando espacios con las posturas agresivas de Donald Trump, frente a Europa, particularmente contra la OTAN; también aprovecha la amplia agenda de problemas que está enfrentando la Unión Europea, para propiciar su desintegración y con los populismos autoritarios latinoamericanos logra aliados para expandir el caos y avanzar en su añorado protagonismo y liderazgo. Pero que no crea el proceso bolivariano que el autócrata ruso tiene la capacidad y menos la voluntad de enfrentar los graves problemas venezolanos, todo lo contrario su habilidad es la destrucción…


Prof FACES/ ARIG/EEI


martes, 17 de julio de 2018

ARIGlobal: LAS INSTITUCIONES EN EL ESTABLECIMIENTO DE LA COOPERACIÓN ENTRE ECONOMÍAS SUBDESARROLLADAS.

Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global

Alfredo E. Ordoñez*

La preocupación por la ampliación de las brechas tecnológicas que se han generado durante la historia de la humanidad, y sobre todo después de la I Revolución Industrial, ha obligado a las naciones a buscar mecanismos que le permitan disminuir esas brechas o ajustarse a la dinámica cíclica de la innovación, lo que les ha generado una relación de dependencia económica con las economías tecnológicamente más avanzadas.

En tal sentido, y dada la complejidad de comprender cómo se podría lograr una efectividad en el establecimiento de la cooperación entre economías con los mismos niveles de desarrollo, se requiere analizar el rol de las instituciones. Para Douglass North (1993), las instituciones son las reglas originadas en una sociedad, que a su vez se transforman en las mismas limitaciones que dan forma a la interacción humana, por lo que se pueden admitir en las estructuras política, social y económica. Un aspecto importante del trabajo de North (1993), es que reconoce que las instituciones son una creación humana, por lo que las instituciones evolucionan y son alteradas por los mismos humanos. Si se concibe que la principal función de las instituciones en la sociedad sea reducir las incertidumbres estableciendo una estructura estable en el proceso de intercambio, se podría considerar la pertinencia de que los agentes económicos se ajusten a mejores procesos de cooperación, y así reducir la brecha tecnológica.

North (1993), explica que generalmente las instituciones cambian de forma incremental y no de un modo discontinuo. El cambio incremental proviene de las percepciones de los empresarios en organismos políticos y económicos que les indican que podrían beneficiar mejor alterando en un cierto margen el marco institucional existente. Vale la pena rescatar, que en muchos países en vía de desarrollo económico, las oportunidades que tienen tanto los empresarios políticos como económicos, favorecen actividades que promueven la actividad redistributiva no productiva, crean monopolios en vez de condiciones de competencia y restringen oportunidades en lugar de acrecentarlas. Pocas veces inducen inversiones en educación que aumenten la productividad, y de ahí la pertinencia de que estas naciones se enmarquen en la gestión del conocimiento como base para el estímulo de la competitividad e innovación tecnológica.

Acemoglu y Robinson (2003) sustentan su hipótesis sobre el desarrollo y subdesarrollo con la evolución de las naciones, donde la historia demuestra el porqué de los retrasos, y destacan que “… el éxito económico de los países difiere debido a las diferencias entre sus instituciones, a las reglas que influyen en cómo funciona la economía y a los incentivos que motivan a las personas” (p. 54). Las economías más desarrolladas se caracterizan por contar con instituciones económicas inclusivas, las cuales posibilitan y fomentan la participación de la gran mayoría de las personas en actividades económicas, aprovechan mejor su talento y sus habilidades y permiten que cada individuo pueda elegir lo que desea. Las instituciones económicas inclusivas fomentan la actividad económica, el aumento de la productividad y la prosperidad económica. Garantizar el derecho a tener propiedad privada es crucial, ya que solamente quienes disfruten de este derecho estarán dispuestos a invertir y aumentar la productividad.

En el caso contrario a las instituciones inclusivas, se presentan las instituciones económicas extractivas, “… las que tienen propiedades opuestas a las instituciones inclusivas. Son extractivas porque tienen como objetivo extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un subconjunto distinto” (Acemoglu y Robinson, 2003: 56), las cuales se caracterizan  en  América Latina, África y hasta en Europa del Este, sociedades donde no se presentan igualdad de oportunidades ni un sistema legal imparcial.

A diferencia de las relaciones de intercambio entre economías con altos niveles de desarrollo económico y tecnológico, que se caracterizan por un intercambio de know how por su carácter estratégico comercial, la relación de intercambio entre economías con bajos niveles de desarrollo económico se ven afectadas por la débil capacidad institucional de sus estructuras públicas, alto grado de coerción política que se traducen en uso excesivo del poder, y por ende, corrupción y falta de transparencia en la toma de decisión.

La importancia de instituciones inclusivas es fundamental para generar cualquier modelo de gestión que implique progreso, sin embargo, las instituciones deberán contar con una real apertura política. Por supuesto, esta apertura será muy difícil de generarse pues su costo será muy elevado e implicará un sacrificio de quienes sustentan el poder.

En tal sentido, y a pesar que el sistema económico global estimula a las instituciones a democratizarse y generar mejores mecanismos de cooperación, el cambio real se dará por las demandas internas de cada régimen, que inevitablemente implicará un rompimiento del comportamiento de las instituciones informales y la conformación de un nuevo paradigma institucional que permita generar un principio de causación circular positivo para ir disminuyendo las brechas comerciales y lograr un desarrollo sostenible, lo que obligará a las instituciones a cooperar y generar estructuras descentralizadas de poder.    

* Prof  FACES / ARIG / Economía


Referencias bibliográficas:

          NORTH, D. (1993). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. México: Fondo de Cultura Económica.

ACEMOGLU, D. y Robinson, J. (2003). Por qué fracasan los países. Deusto s.a. Ediciones. Texto on-line en https://federalismoygobernabilidad.files.wordpress.com/2015/11/acemoglu.pdf [Consulta: 2018, mayo 18]




Fuente: Imagen extraída de https://opotesta.wordpress.com/2015/07/30/el-enigma-de-las-instituciones-politicas-peruanas/

martes, 10 de julio de 2018

CORPORACIÓN RAND: INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO



Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global



Por: Seny Hernández Ledezma



Afortunadamente para la humanidad la investigación y el desarrollo constituyen dos variables que se retroalimentan recíprocamente: es decir, que una se relaciona con la otra y al ocurrir esa concomitancia, se pueden generar cambios importantes capaces de transformar tanto el presente como el futuro en las naciones y en el mundo. Por lo que el hacer político debería considerar más frecuentemente esta hipótesis que ha sido comprobada en diversidad de situaciones y escenarios, para marchar con pie seguro hacia los rumbos sociales y económicos requeridos.
Uno de los casos más relevantes en los cuales se puede aplicar la relación entre Investigación y desarrollo es la Corporación Rand, la cual es una institución que fue creada en los Estados Unidos con ese propósito.  De allí que sus siglas en ingles signifiquen Research and Development. Los procesos de toma de decisiones en la formulación de políticas públicas, auspiciados desde esa corporación-cualquiera sea su naturaleza y alcance- se realizan basados en el diagnóstico de la realidad,  así como en los análisis tanto coyunturales como estructurales que permiten construir visiones futuristas para la solución de problemas de conformidad con los intereses de la organización. Desde allí se contribuyó con la planificación  basada en el diseño de escenarios alternativos a través de las investigaciones realizadas por el teórico de la guerra nuclear Herman Kahn. Otro de los participantes en esa institución fue John von Neumann, conocido por ser el fundador de la Teoría de los Juegos, sin dejar de mencionar a  Henry Kissinger quien fuera Secretario de Estado de los Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz en el año 1973.
En sus inicios, 14 de mayo de 1948, después de la Segunda Guerra Mundial, la Corporación Rand se dedicó a la planificación militar y posteriormente su ámbito de influencia se diversificó a la atención de diversas áreas y temas que se añadieron a su interés inicial y permanente por la seguridad de los Estados Unidos,  tales como la educación, el bienestar público, la salud, la justicia, el medio ambiente, los asuntos internacionales y la energía.
Al parecer, se trata de una organización que trabaja distanciada de los intereses políticos partidistas y motivada por dos valores fundamentales como lo son la calidad y la objetividad en la producción de conocimientos y en el alcance de sus propósitos y objetivos, lo cual supone tener la suficiente altura de miras para exigir resultados significativos en la concepción y ejecución de sus proyectos.
A nivel global y alrededor del mundo la corporación ha expandido y continúa expandiendo sus radios de acción, uniendo sus sistemáticos esfuerzos y preocupaciones iniciales a  los de miles de actores interesados en recibir sus aportes, contribuciones y asesorías tales como ciertos gobiernos,  fundaciones,  colleges,  universidades y empresas privadas. Así mismo, su trabajo en la era de la información está asociado con los satélites, los análisis de sistemas, internet e informática en general.

Como tanque pensante, cuenta en la actualidad con más de 800 investigadores procedentes de distintas disciplinas científicas e integrados en la diversidad de  estudios, propuestas, metodologías tras la búsqueda de logros singulares, inmersos en flujos de investigación y en sus respectivos análisis, que realizan y están encaminados hacia la elaboración de productos que pretenden ser originales y diversos.
Todo esto refleja la dedicación de una organización diversificada, dinámica y orientada por los retos que permitan demostrar las capacidades individuales y colectivas, así como sus intereses e intenciones, mediante los análisis rigurosos que pretenden ser objetivos.

Profa* FACES/EEI


                                             Fuente: Corporación Rand. 

jueves, 5 de julio de 2018

ARIGlobal: Turbulencias en el sistema de comercio internacional



Espacio de reflexión sobre la realidad internacional a cargo de docentes e investigadores vinculados al postgrado de relaciones internacionales y globales de la UCV.  Opiniones, comentarios y reflexiones sobre distintos temas de la agenda internacional y de las relaciones exteriores  de Venezuela que combina lo interméstico y global 
Luis Angarita*
 El comercio mundial se ha constituido a lo largo del tiempo como una de las herramientas que facilitan el desarrollo de todas las naciones, de la manera más democrática y universal posible. Es con el comercio que los países han conseguido atravesar procesos de industrialización y modelos de desarrollo exitosos, con la inclusión de sus sistemas socioproductivos en los procesos de producción y consumo regionales y mundiales.
Las visiones “pro comercio” no siempre han sido la tendencia dominante en el sistema mundial. De hecho, en los orígenes del llamado Estado-Nación, la práctica común estaba relacionada con enfoques “anti comercio” o también llamados proteccionistas. El mercantilismo fue la tendencia que reinaba durante toda la transición de la edad media a la edad moderna.
Es a partir de la década de los 90 que se ha establecido un paradigma dentro del sistema del comercio mundial con una clara tendencia hacia la liberación de aranceles y la facilitación de los intercambios comerciales, bien por aprendizaje de aquellos países que han apostado a esa estrategia, o bien por el agotamiento de sistemas proteccionistas que no fueron eficientes en el fomento de las capacidades productivas nacionales.
La creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la proliferación de acuerdos comerciales y de integración económica le dieron un impulso al proceso de liberalización del comercio mundial, reduciendo ampliamente la aplicación de aranceles y la supresión de las barreras no arancelarias, para favorecer a un sistema más previsible y transparente, con el criterio básico de ampliar el acceso a nuevos mercados y de establecer un régimen de competencia universal y transparente a todos los países del mundo.
Claro está que la aplicación de un conjunto de medidas que eliminan la protección a importantes sectores productivos tiene como contraparte la afectación de empresas poco productivas o que, por condiciones del sistema, no pueden enfrentarse a la competencia de los mercados mundiales regionales y mundiales. La cara oculta de la aplicación al dedillo del Libre Comercio, es que genera ganadores y perdedores dentro de cualquier sistema económico.
Lo que poco se comenta es que el mismo sistema comercial debe brindar incentivos para que los sectores afectados por la competencia internacional puedan trasladarse a sectores más productivos dentro de su país,  o que su sistema económico genere las adaptaciones para que pueda competir eficientemente dentro del sistema del comercio mundial.
Pero la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos pone en serias dudas el avance y consolidación de las prácticas liberales dentro del comercio mundial. El presidente republicano llega al poder de la mano de aquellos que fueron afectados por la poca competitividad de sus sectores productivos. Con un discurso populista, trata de reivindicarlos y habla de establecer mecanismos de protección para “volver hacer a América grande” (“Make America great again”).  
En la práctica, el discurso de Trump se ha convertido en medidas de política comercial que ponen en riesgo los avances dentro del sistema de comercio mundial. Las palabras “guerra comercial” o “guerra de aranceles” vuelven a estar presentes en la estrategia de Estados Unidos, con la revisión de sus principales acuerdos comerciales, y con gran afectación a sus principales aliados comerciales. Dado el peso que representa el país norteamericano, los principales actores del comercio mundial, China, la Unión Europea y muchos otros, temen que las medidas adoptadas por EE.UU. puedan afectar la tendencia creciente del comercio y termine por amenazar el crecimiento económico y la estabilidad del sistema mundial.


*Prof FACES/EEI